sábado, 21 de febrero de 2009

CEIBA DE LA FRATERNIDAD LUKUMI

PROYECTO

CEIBA DE LA FRATERNIDAD LUKUMI


El Proyecto “Ceiba de la Fraternidad Lucumi” es una especie de replica de lo que es para los cubanos la Ceiba del Parque de La Fraternidad, ubicado en el corazón de la urbe capitalina que creció bajo el gobierno del General Gerardo Machado, como símbolo de solidaridad internacional y misticismo.Este Proyecto Religioso es auspiciado por la Asociación Lucumi Shango Eyeife y contara con tierras procedentes de todas las provincias cubanas.La Ceiba, que es un árbol sagrado en todas las expresiones religiosas afrocubanas, será plantada sobre estas tierras cubanas y otras procedentes de las comunidades cubanas mas representativas de Norteamérica.Otras tierras que se unirán al Proyecto, son aquellas procedentes de algunos países que integran el Continente Africano.Esto ultimo se lograra solicitando estas tierras, a los Consulados que representan a estas naciones en Miami.

Para la inauguración de este Proyecto se coordinara, entre otros, un encuentro de agrupaciones de tambores de Fundamento, entre olubata de Cuba y Norteamérica.Como parte del espectáculo artístico-religioso inaugural se incluirá, además, una presentación coreográfica de las danzas alegóricas a los principales Orishas, Iremes y Mpungos del
Panteón Afrocubano.

Desde un punto de vista religioso, el Proyecto Ceiba…,funcionara como un Gran Ebo que limpie los caminos a todo cubano creyente en nuestras Deidades y por qué no a todos.

Refranero Yoruba, Congo

Refranero


Una de las formas más peculiares de las culturas primitivas es el carácter oral con que se trasmiten sus enseñanzas que por lo general se encuentran encapsuladas en un amplio y rico cuerpo de refranes, frases proverbiales, cuentos y fábulas (patakines) que se trasmiten de boca en boca y de generación en generación. Cada uno de los signos de los diferentes oráculos de origen africano utilizados por los practicantes de las religiones afrocubanas sintetizan en gran medida la sabiduría de los antiguos ancestros africanos. En cada edición del Yoruba News, daremos a conocer una relación de algunos de estos refranes.

Atando cabo se hace una soga.
El león enseña sus dientes y lo mismo los usa en la selva que en la ciudad.
Iwori Meyi.
El accidente que te mata no denuncia
Nadie nunca ha oído hablar de alguien que haya sido rechazado en los Cielos
Odí Meyi.
Nadie sabe lo que hay en el fondo del mar.
El que parió derecho parió jorobado.
Los ojos que dicen que Orunmila no se ve no estarán tranquilos en sus orbitas.
Iroso Meyi.
El agradecimiento es la memoria del corazón.
Si Ayaguna no da la orden la guerra no vendrá al mundo.
La estera ordinaria no se pone nunca sobre la buena.
Ojuani Meyi.
El hombre paciente se hace rey del mundo.
Cuando habla el oro el hombre enmudece.
El abanico que se mueve no se detiene jamás sin encontrarse con el aire
Obara Meyi
El agua no se puede atar con una soga.
Con una atarraya no se puede pescar un hipopótamo.
La cabeza del hombre tiene dos contrarios: la cólera del corazón y el deseo del amor.
Okana Meyi.
El verdadero modo de no saber nada es aprenderlo todo de un golpe.
Ogbe Odí.
El amor mató al amor.
Ogbe Ojuani.
El arco-iris solo ocupa el tramo que Dios le marca.
Ogbe Oyekún.
En los ojos del joven arde la llama, en los del viejo brilla la luz.
Oyekún Ogbe.
Peonía no se sabe si se queda con ojos prietos o colorados.
Odí Obara.
La mano que no puedas cortar, bésala.
Odí Otura.
En el mundo si no hay bueno no hay malo.
El mal y el bien son jimaguas.
Okana Ogbe.
En la tierra no hay justicia divina.
Obara Ika.
El canto de la guataca convierte el monte en comida.

Sobre Panteón Yoruba

PANTEON YORUBA

En el transcurso de una lectura del oráculo de IFA, a Paula se le marcó que debía recibir Guerreros. ¿Que cosa es eso? interrogó Paula.

-Bueno-respondí tratando de encontrar la forma más didáctica de explicárselo a una persona como Paula, que no parecía tener antecedentes del tema. Los Guerreros son como el ABC de nuestra religión; constituyen la base para todo aquel que necesita o es un escogido para futuras iniciaciones; es un conjunto de divinidades que ofrecen la protección necesaria contra la mala fortuna.

Básicamente, Los Guerreros son una trilogía divina integrada por Eshu-Elewá, divinidad de Los Caminos, Las Trampas, Los Trucos, Las Puertas y todos los Accesos que funciona como una especie de llave mágica del Destino. Su presencia ostenta un protagonismo de primer orden en todas las ceremonias y rituales que se realizan en el Panteón de los Orishas. Elewá o Eshu-Elewá es después del Muerto al primero que se le ofrecen las ofrendas y servicios religiosos.

El segundo lugar en la trilogía guerrera lo ocupa Ogun, divinidad del Esfuerzo, la Fuerza y el Trabajo que es una de las divinidades más antiguas del Panteón de los Orishas. Condenado en un Tribunal Divino por fomentar las Discordias Celestiales fue expulsado de Orun (Palacio Celestial) y lanzado de cabeza a la Tierra. Con su estruendosa llegada, Ogun introdujo el Susto en el Mundo. Esta deidad conocida como Alawedé es guerrero por antonomasia si de lidiar con opositores se trata. Ogun, además representa todo lo referente a los Metales y a las actividades metalúrgicas, es en otras palabras, el Patrón de los Herreros y jefe del sacerdocio sacrificial y las consagraciones del Cuchillo (Kuakuanaldo).

Entre el amasijo de aperos de labranzas, cuchillos y machetes, clavos de líneas de tren, herraduras y otros objetos de hierros contenidas en el caldero de Ogun se encuentra Oshosi que es Patrón de los Cazadores y se le asocia a una especie de Fiscal Divino. Por esta última razón, los creyentes yorubas vinculan a esta divinidad a las autoridades del Orden y a los Tribunales de Justicia. Se dice que el que caza animales tiene el poder de perseguir a aquellos que por alguna razón son prófugos o están envueltos en ciertos procesos de búsqueda


Los Guerreros prácticamente nacen en el Odu de IFA Ogunda Osá (Ogunda Masá) En este signo se establece un pacto entre la Fuerza representada por Ogun y la Astucia e Inteligencia simbolizada en Oshosi.


A la trilogía guerrera se le une Osun que ostenta la iconografía de un gallo de plomo sobre una copa metálica parecida al Divino Cáliz. Osun simboliza el sostén espiritual de la persona que está recibiendo a Los Guerreros, es el soporte de su vida en este Mundo y actúa como un bastón que ayuda a mantenerlo parado frente a la vida.


Al terminar mi explicación sobre Los Guerreros, la expresión dudosa de Paula se tornó en una sonrisa de satisfacción.


- Entonces- indagó Paula – Elewa me da el Camino; Ogun, la Fuerza; Oshosi, la Astucia y Osun, el sostén. ¿No es así?


- Ashé!...


JMC.

PRESENCIA CHINA EN EL SINCRETISMO RELIGIOSO AFROCUBANO

PRESENCIA CHINA EN EL SINCRETISMO RELIGIOSO AFROCUBANO


Hacia la segunda mitad del siglo XIX, Cuba fue escenario de una notable presencia de chinos que al ser incorporados a los campos de faenas junto a los negros africanos crearon entre sí un fuerte intercambio cultural-religioso que les permitió comparar y asociar los elementos comunes de sus creencias, dando lugar a un fenómeno antropológico conocido por sincretismo cultural.

El culto espiritual que los chinos de la Cuba colonial rendían a sus antepasados los emparentaban a las creencias escatológicas que los negros africanos sustentaban sobre la “otra vida”. Desde los albores de IFA en el Nuevo Mundo, los chinos han tenido su propia tierra, la Filaní o tierra de los babalawos chinos, de donde proceden los famosos awoses el Chino El Tanke y el Chino Poey, que ineludiblemente son nombrados por los babaláwos cubanos, en un rápido pase de lista a sus muertos ancestrales o rito llamado moyugba. Uno de los grandes fundadores del sacerdocio adivinatorio de IFA en nuestra Isla, Remigio Herrera, sepultado en 1905, llevaba el curioso nombre religioso de Adechina.

Por esa puerta cubana abierta a la inmigración asiática entraron más de 150 mil chinos culíes que fueron introducidos en la Isla durante 27 años bajo contrato de semi-esclavitud.

Los llamados chinos culíes procedían de la China Meridional y a su llegada a la isla de Cuba fueron concentrados en las llanuras de las provincias de La Habana y Matanzas donde existía una influencia afrocubana de fuerte acento yoruba. Según la leyenda, un colono culí radicado en Cuba, llamado Chun Lí, fue poseído por el espíritu del famoso general chino Kuang Kong, que se le reveló como un príncipe viajero dador de buena fortuna a los buenos hijos que recuerden el hogar abandonado.

Kuang Kong es conocido en Cuba como San Fan Kong, su imagen está ataviada de sedas rojas, porta un sable y es poseedor del fuego eterno; sus devotos buscan en la figura de Kuang Kong, la luz de un fuego que no arde y nunca se consume. Todos estos símbolos y atributos fueron asociados a Shangó, el famoso Alafín de Oyó (Señor del Palacio).

Si bien Kuang Kong, héroe de la Guerra de las Tres Coronas durante la dinastía Han (220-280 n.e.) fue identificado con Shangó, en el cuerpo mitológico yoruba existe un camino de Obatalá denominado Ayaguna Eleyibó, que con su carácter bélico preconiza la guerra como condición básica del desarrollo social. Su lema reza diciendo “sin discordia no hay progreso”. Por este camino Ayaguna es el dueño de la pólvora y en su collar y atuendos se combina el color blanco de la paz con el rojo de la guerra. Se dice que este Obatalá viajó a China para destruir la convivencia basada en la resignación y la sumisión de sus habitantes.

Cosas de la Esclavitud

COSAS DE LA ESCLAVITUD.


Los barcos negreros.

Los hombres y mujeres africanos transportados coercitivamente al Nuevo Mundo eran conducidos desde las factorías de esclavos en unos galeones especialmente diseñados para este fin llamados barcos negreros.

Según una comisión de expertos creada a fines del siglo XVIII, por la Cámara de Comunes Inglesa, los barcos negreros ofrecían a los esclavos menos espacio que el que gozaba un cadáver dentro de un ataúd. Los investigadores aseguraban que “el área media destinada para cada esclavo era de cinco pies y seis pulgadas de largo, por 16 pulgadas de ancho”.

Estos esclavos eran atados de dos en dos, de pies y manos, y por medio de argollas asegurados al piso. A pesar de las altas temperaturas la ración de agua era de media botella al día. Al concluir cada comida (ñames y frijoles) a los esclavos se les obligaba a meterse en sus grillos al compás del sonido del látigo, en un ritual macabro que los traficantes llamaban “La Danza”.

A principio del siglo XIX, la Isla de Cuba se convirtió en el territorio más poblado de africanos por metros cuadrados del Mundo. El historiador y economista cubano Pérez de la Rivas, afirma que entre los siglos XVI-XIX fueron introducidos en la Isla no menos de 1 millón 300 mil esclavos procedentes de la llamada África Negra. Se estima que el 85 % de estos esclavos arribaron a nuestro país después del año 1800.

Debido a las infrahumanas condiciones de transportación de los esclavos se estima que los índices de mortandad entre ellos fluctuaba entre el 50-60 %. Tras la abolición del Tráfico Negrero en 1820, se incrementó dramáticamente el comercio ilegal de esclavos. Para entonces los galeones o barcos negreros contaban con compartimientos secretos y compuertas que se abrían ante la inminente inspección de las autoridades británicas, lanzando en poco tiempo el cargamento humano engrillado al fondo del mar.

Andrés Petit. Un mago del sincretismo religioso

Andrés Petit. Un mago del sincretismo religioso.

La labor del sincretismo religioso forzado no solo se produjo bajo el patrocinio de los cabildos africanos organizados por los católicos con vista a destruir las bases de religiosidad del negro y sustituirlas finalmente por la adoración de las imágenes de la Iglesia Romana. A partir del segundo tercio del siglo XIX tiene lugar en Cuba, la aparición de organizaciones religiosas que ostentaban un tinglado sincrético en sí misma. La representación más típica de todas ellas se encuentra en una rama criolla del Palo Monte, denominada Santo Cristo del Buen Viaje, cuyo nombre se debe a la sede de una piadosa Orden de Carmelitas Descalzos, ubicada en una ermita próxima a los puertos habaneros de la Alameda de Paula.

El fundador de la organización palera Santo Cristo del Buen Viaje fue Andrés Facundo de los Dolores Petit, un mulato legendario de descendencia francesa que a la misma vez era misionero franciscano, Tata Nganga y alto jerarca de la Sociedad Secreta Abakwá.

Andrés Petit no solo apareó los santos católicos a los orishas yorubas y a los mpungos paleros sino que también adulteró los fundamentos doctrinarios del Palo Monte y el Abakwá, incorporándoles el crucifijo, el bastón de olivo traído por él de Jerusalén y otros elementos devocionales de la Iglesia Católica. Este ecléctico franciscano propició que las procesiones abakwá (beromos) pasaran por las puertas de las iglesias locales a recibir el beneplácito de sus párrocos. Pero la aceptación de los sectores blancos de la sociedad colonial a que los abakwas o ñáñigos salieran a la calle a realizar demostraciones de sus Potencias y Juegos con sus Diablitos (Iremes) o bailarines encapuchados, armados de plumeros, bastones y exhibiendo sus tétricos trajes (makondó), se basaban más bien en la similitud que estos tenían con ciertas figuras de las celebraciones peninsulares del Corpus Cristi, llamadas Mamelucos.

Lydia Cabrera observaba un alto grado de amplitud en el ideal religioso de Andrés Petit: “Todas las religiones son buenas y cuanto más se profesen mejor. Así pensaba Andrés Petit que perteneció a todas - señala la antropóloga cubana- Eso es la Institución del Santo Cristo del Buen Viaje. Fusión de todos los cultos. De lo material con lo espiritual… En eso demostraba Petit… una tolerancia griega aceptando cualquier culto o creencias de pueblos extraños…”

El Dr. Gaspar Navarro calificaba a Petit como un buen católico conjurador que conocía los Misterios de la Santísima Cruz como arma defensiva y ofensiva contra el Demonio. Sus ahijados paleros fueron adoctrinados en conjugar los espíritus y divinidades africanas con el poder del crucifijo para combatir las peores brujerías y maleficios o para conseguir cualquier propósito amoroso o destructivo.

Aprovechando su alta posición en la Sociedad Sccreta Abakwá, Andrés Petit transfirió en los años 60 del siglo XIX, una buena parte de sus poderes para fundar la primera fraternidad secreta abakwá para hombres blancos, llamándola Akanarán Efó Okobio Mukarará (Madre Efó de los Abakwá Blancos). Con ello, Petit logró romper el más grande tabú del ñañiguísmo: el hombre blanco. Un tabú que hasta la década de 1820 había regido para los negros criollos y mulatos.

Una de las razones que llevaron a Andrés Petit a jurar hombres blancos dentro de la Sociedad Secreta fueron las influencias y el dinero que éstas reportaban para obtener la libertad de numerosos esclavos.”El Caballero de Color”, como también le llamaban murió en 1889 en la Villa de Guanabacoa, La Habana. Su vida, su obra y su muerte han estado envueltas en un gran enigma, tanto para los hombres blancos a quien les abrió las puertas vedadas de las religiones afrocubanas, como para los negros que por tal motivo lo consideraron un traidor o agente misterioso de la Iglesia.“ La posteridad ñáñiga y kimbisa – señala Lydia Cabrera – hoy lo contempla como a un mago dotado de extraordinarios poderes, capaz de convertir el agua en vino (por lo menos en una ocasión tornó el agua en leche) y como dice Tankewo, de apagar y encender el sol cuando le daba la gana”.

Juan Manuel Casanova.


El adorable Dios de los caminos

EL ADORABLE DIOS DE LOS CAMINOS.

Por Juan Manuel Casanova.



Para los yorubas entre el cielo y la tierra existe una divinidad elemental que propicia o impide la realización de cualquier propósito bienhechor de Olorun y los 16 Orishas que comandan los 16 Misterios Supremos de la Creación. Este Espíritu Superior, surgido en la pre-existencia es conocido como Eshu-Elewará que en un principio dominó el magisterio de la Oscuridad y más tarde se transmutó en una entidad de carácter dicotómico, en la que el bien y el mal conviven en reciprocidad dialéctica. Esta dicotomía determinó que Eshu se convirtiera en el culto más relevante de todo el multiétnico territorio del sudoeste nigeriano.

Dentro del sistema de creencias yoruba Eshu-Elewará devino en una especie de llave maestra, sin el concurso de la cual no podrían abrirse las puertas secretas que daban el acceso mágico a cualquier acto ritual. Por eso es el primero de todos y en todas las cosas.

En un principio y por los abundantes sacrificios que se le ofrecían a Eshu-Elewará, sus ritos causaban verdadero pavor entre la población donde tenían lugar la realización de sus Cultos, sobre todo en aquellos sitios donde se le adoraba como Eshu-Elufé, cuyos enormes genitales descansaban sobre un pilar de piedras, transfiriendo a sus cultores los poderes de la fertilidad. Las formas primitivas que, muy en especial, revestía el Culto de Elufé, determinó que durante el siglo XIX, las autoridades británicas calificaran de siniestros estos ritos y sus devotos fueran brutalmente perseguidos.



Con el tiempo, el carácter maléfico de Eshu se fue mitigando dando lugar a un culto más bienhechor y doméstico. En las aldeas africanas se le comenzó a adorar en pilares de piedras que en forma de altares sus seguidores edificaban a las entradas de los pueblos, las encrucijadas y en las puertas y accesos exteriores de los templos. En Cuba, sus devotos ofrecieron al Culto de Eshu-Elewará, un espacio dentro de sus casas, convirtiéndolo en el patrón defensor de sus hogares y lo asociaron al católico Niño de Atoche. Eshu fue imaginado como un niño hiperactivo al que debían premiar y consentir con golosinas, monedas, reverencias y sacrificios.

Eshu-Elewará encuentra su equivalente mitológico egipcio en el dios Shu, que según las leyendas, surgió de las aguas primaverales y es representado como una figura antropomórfica sentada con los brazos extendidos separando a Sibu, el dios de la Tierra, de Nuit, la diosa del Cielo Estrellado. Eshu-Elewará es también asociado al egipcio Set, que era la divinidad más adorada por los habitantes del norte de Egipto y a su enemigo principal Horus, un dios que idolatraban los invasores asiáticos del Bajo Egipto.


De acuerdo a ciertas analogías, válida también con figuras del panteón mitológico helénico y románico, en el Culto de Eshu-Elewará está contenido la doble adoración Horus-Set. De hecho, al igual que en Egipto, en Nigeria, Eshu es representado por un pilar de rocas. En Cuba, el que se inicia en la religión de los Orishas o Santería, como hijo de Elewá, deberá sentarse en un trono de piedra donde se desarrolla una parte de su consagración.

El carácter bienhechor de Eshu proviene de Shu y su malevolencia de Set. De algún modo esta dicotomía parece estar asociada a cierto período donde el país de los faraones se encontraba bajo el doble influjo religioso de Horus-Set.

Después del aire y el agua, Eshu es el elemento más antiguo del Universo. Su filosofía nos enseña a crecer espiritualmente a través del vencimiento de los obstáculos y la superación de las dificultades. Las incongruencias que emanan de sus acciones confirman el carácter metafísico de la existencia. El espíritu de Eshu tiene la capacidad de dividirse y multiplicarse en numerosas legiones. Los miembros de estos espíritus legionarios abarcan todos los aspectos de la vida y la naturaleza, por eso sus acciones están presentes en todo. Los Orishas recurren a él, a pedirle su ayuda y es amigo inseparable de Orunmila.

La iconografía afrocubana recoge la imagen de Elewá, como una cabeza trapezoidal construida de cemento, con ojos, boca, nariz y orejas formadas por pequeños caracoles. La parte superior de la figura esta rematada por una cuchilla de hierro, una pluma (generalmente de loro o tiñosa) y unas cuentas amarillas que alternadas con verdes indican su procedencia de IFA. Los íconos de Elewá de cuerpo completo diseñados en madera son menos frecuentes en Cuba que en Nigeria. Los elewases pueden tener desde una hasta cuatro caras y también adoptan las formas de bastones. Las representaciones femeninas de Elewá, frecuentemente observadas en África, son casi inexistentes en la iconografía afrocubana. La imagen de piedra o madera muchas veces es sustituida por un coco seco.

COLORES PRINCIPALES DE ELEWA:

- Negro y rojo. Negro y blanco.

ELEMENTOS DE LA NATURALEZA O LUGARES PROPICIOS DONDE EXPRESA SU FUERZA:

- Los Caminos. Las entradas de los pueblos, de las casas, de los Templos. Los Senderos. Los puntos cardinales. Los Basureros. Las Encrucijadas. Las esquinas de las calles. Las maniguas. Otros.

SIMBOLOS O REPRESENTACIONES PREPONDERANTES:

- El Infortunio, los Trucos y las Trampas. La llave del Destino. Los garabatos. El poder de la Discordia. El Principio y el Fin. La unidad de lo Bueno y lo Malo. El Yin y el Yang.Otros.
EL CONCEPTO DE IGLESIA PARA LOS YORUBAS

Por Juan M. Casanova.

Los miembros del sacerdocio Lucumí Shangó Eyeife que viajan a Cuba con propósitos religiosos lo hacen con el afán de mantener sus prácticas e iniciaciones vinculadas a sus Casas Matrices en la Isla, sitio de donde proceden sus Ramas y Racimos de filiación religiosa como son la Regla de Osha, también llamada santería; el Palo Monte; las Fraternidades Abakwá y los Guías de numerosos Centros Espirituales.

En el caso de la Regla de Osha, el Palo Monte y el Espiritismo-Sincrético, los iniciados practicantes se deben a sus propias Casas, en la que se encuentra su Ilé-Osha, Munanso o Centro Espiritual.

El concepto occidental de Iglesia, no es compatible con el que tienen los religiosos afrocubanos acerca de sus Templos o Ilé-Osha. La propia casa del creyente se convierte en Templo, tras haber efectuado su proceso de iniciación como Iyalosha(santera), Babalosha(santero),Tata Nganga (Padre de Prenda) o Guía del Centro Espirita. Por eso, el concepto de Ilé-Osha, por extensión, aplica al resto de las denominaciones religiosas afrocubanas: Mi casa es mi Templo.

Las religiones de origen africano surgieron en Cuba, bajo las condiciones de una sociedad colonial que no les permitía tener un status de Institución Pública, por el contrario, la Administración colonial en contubernio con la Iglesia Católica, la mantenía en el más lamentable ostracismo. El proceso de minimización cultural al que son expuestas las religiones afrocubanas en la actualidad nos recuerdan los viejos tiempos del Tío Tom y la frase popular que reza diciendo: “El mismo perro, con diferente collar”.

Galeria de Ancestros

GALERIA DE LOS ANCESTROS


Todas las manifestaciones religiosas afrocubanas están basadas en el poder que le confieren los espíritus a los Fundamentos y acciones mágicas que se desprenden de los mismos. Los practicantes de la religión de los Orishas afirman en su propia lengua: Egun Lobí Osha, una expresión que significa “el Muerto parió al Santo”.Esta afirmación se hace extensiva a las diferentes manifestaciones del mundo espiritual afrocubano.

Los Espíritus reciben también los nombres de Egunes, Muertos, Nfumbes o Ñampes según la fuente religiosa de que se trate. Muchos utilizan indistintamente las diferentes denominaciones para referirse a los elementos del mundo espiritual. Contrario a lo que muchos piensan acerca de la materialidad de las creencias afrocubanas, nada se mueve sin primero darle cuenta a Egun.

La infraestructura de los iniciados en alguna de las religiones afrocubanas dan lugar a un árbol de familiaridad ancestral que determinan las diferentes líneas de descendencias o linaje espiritual que abarcan todos sus antepasados religiosos fallecidos dentro de sus racimos, ramas y troncos de origen. Una buena parte de esos Muertos Antepasados integran la lista de nombres que el practicante menciona en un ritual llamado moyugba y que constituye la fase inicial de todo ceremonial.

Yoruba News quiere contribuir con su Galería de los Ancestros, a divulgar las más destacadas figuras religiosas que transformadas en grandes poderes energético-espirituales nos acompañan en nuestras acciones diarias de ayudar a La Humanidad.
.